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sábado, 2 de septiembre de 2017

LUIS BELLO Y LAS ESCUELAS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX


La realización de mi trabajo de Fin de Grado me ha permitido conocer las obras de Luis Bello y Jaume Carbonell. Con la lectura de los “Viajes por las Escuelas de España” del primero, podemos conocer las escuelas y situación de España a principios del Siglo XX. A continuación os dejo una parte de mi trabajo para acercaros a Luis Bello y recomendar la lectura de sus libros.
Biografía

Luis Bello fue un periodista y escritor cuya obra más conocida fueron sus viajes por las Escuelas de España que recogen los artículos que publicaba en el diario El Sol.
Luis Bello Trompeta nació en Alba de Tormes el 6 de Diciembre de 1872 y falleció en Madrid el 6 de Noviembre de 1935. Su padre, ligado a la carrera judicial, pasó por numerosas localidades de España. Su hijo le acompañó a Cangas de Luarca, donde acudiría a sus primeras escuelas. Tras la muerte de su madre, se fue del domicilio paterno para estar el cuidado de su familia materna en Madrid, con sus tíos que ejercían de comerciantes.
Estudió Derecho en Madrid y empezó ejerciendo como pasante de José Canalejas, quien años más tarde sería, entre otros cargos, diputado y Ministro. Viendo sus intereses iniciales y su carrera profesional, podemos pensar que realizó sus estudios iniciales más por seguir la tradición familiar que por un gran interés por el Derecho. Aficionado desde pequeño a los libros de viajes y aventuras ganó sus primeras pesetas con “la redacción – y confección – de un periódico escolar que distribuía entre sus compañeros de colegio, el Isabel la Católica”.[1]
Tras dejar el puesto de pasante ingresaría como periodista en el Heraldo de Madrid, propiedad del propio Canalejas, donde se encargaría de la crónica parlamentaria. Se iniciaría aquí una larga carrera profesional en el mundo del periodismo, pasando por distintos periódicos y revistas, donde además de publicar crónicas y artículos, aparecerían relatos cortos de su firma.
Retrato aparecido en Mundo Gráfico en 1913
 
También se embarcó en la creación de semanarios y revistas, como fueron La Crítica y el Boletín mensual de Bibliografía Española e Hispanoamericana “con el fin de ofrecer un índice o registro, lo más completo posible, de la bibliografía editada mes a mes en todos aquellos países de habla hispana”[2]. Junto a ello sería autor de varias novelas (Ensayos e imaginaciones sobre Madrid o El corazón de Jesús son algunos títulos) por lo que sería englobado como autor dentro de los de la Generación del 98. 

En cuanto a política fue diputado en las cortes en las legislaturas 1916-1917, 1931-1933 y 1935. Participó en entre otros proyectos en la Liga de Educación Política Española (1914) que pretendía “emprender una serie de trabajos destinados a investigar la realidad de la vida patria, a proponer soluciones eficaces y minuciosamente tratadas para los problemas añejos de nuestra historia, a defender, por medio de una crítica atenta y sin compromisos, cuánto va surgiendo en nuestro país con caracteres de aspirante vitalidad contra las asechanzas que mueven en derredor todas las cosas muertas o moribundas.”[3]

 Viaje por las escuelas de España

Luis Bello escribió varios artículos que narraban sus viajes por España en los que iba visitando distintas escuelas. Estos textos fueron recopilados y publicados en cuatro libros. Leyendo estas narraciones, vemos claramente que no se trata de una mera descripción de cada una de las escuelas que Luis Bello visita. Nuestro “Quijote de las Escuelas”[4] nos  describe la sociedad de la década de los 20 del pasado siglo en España, sus problemas, el trato que dan a la educación y cómo se vivía en aquella época.

Además, a la hora de analizar su obra, es importante conocer algunos aspectos que se daban en lo que se denominó el Institucionismo y que influyó en las corrientes y políticas pedagógicas del primer tercio de siglo, teniendo como figura principal a Francisco Giner de los Ríos.

Como soluciones al problema educativo que propone esta corriente podemos analizar el programa pedagógico de la Liga nacional de Productores y redactado por Manuel Bartolomé Cossío. Siguiendo a María del Mar del Pozo Andrés, los puntos más importantes en este aspecto fueron:

-          La dignificación social del magisterio, aumentando los sueldos inferiores a 1.000 pesetas.

-          Mejora de las escuelas públicas.

-          Introducción de la idea de la “propaganda pedagógica” con el fin de “agitar los espíritus, procurando que salgan a la luz […] aquellos problemas que más honda y más amargamente deben preocupar, en los momentos actuales, a la sociedad española”.[5]

Esto lo vemos en los artículos de nuestro periodista y escritor. Pone de relieve y sirve de altavoz de los problemas existentes. Además, a raíz de algunos párrafos, parece que lo consigue.

En sus cuatro libros podemos ver la idea que tiene de lo que debe ser una escuela. Termina el primero de sus libros con la propuesta de crear una Sociedad de Amigos de la Escuela que tenga como misión “disminuir el tiempo que por circunstancias fatales va prolongando demasiado el Estado español en la obra de elevar el nivel de cultura de los pueblos”[6]. Esta Sociedad “comenzaría por tener fe en la escuela”[7] y al “amparo de la organización oficial, ha de construir nuevos edificios o cooperar a su construcción. Contribuiría a dotarlos de material. Mejoraría el sueldo de los maestros”.[8]

Con esto pretenderían corregir la deficiente situación de muchas de las escuelas a tenor de lo que podemos leer: “Cuartos bajos, húmedos, sin luz ni aire”[9] “su única escuela en una ermita, una teja vana sin luces, a no ser la luz oscilantes de los cirios, sin aire y sin independencia”.[10]

Aparte de estas ideas para la creación de una Sociedad de Amigos de la Escuela podemos obtener otros planteamientos acerca de la importancia que debe tener y de cómo debe ser la escuela. Esta debe ser antes que la Universidad pues “no quiere que se le robe a nadie el gran bien de su vida íntegra, por nacer pobre o entre los riscos de una sierra o en el último confín de una dehesa boyal”.[11] Este local debe ser “lugar agradable, templado, limpio, con aire y luz”[12] ya que una “escuela fría, escuela lóbrega, tiene que ser escuela mala”.[13] Reconoce que “difícil es separar en las escuelas nacionales la función pedagógica y la social”[14] por el hambre que hay en las familias.
 

Además cada alumno y cada edad es diferente y por ello “a la escuela pública han de asistir muchachos que seguirán muy distintas sendas, y no es posible orientarlos a todos desde el primer día con una preferencia decidida”[15] cosa que muchas veces es imposible ya que “los chicos van a la misma clase y oyen las mismas cosas desde los cinco a los catorce años: porque al maestro pocas veces le queda tiempo para graduar la enseñanza”.[16]

La importancia del maestro también es resaltada en sus textos. “El maestro puede ser mejor, y lo será, a medida que vaya disponiendo de mejores elementos y encuentre ambiente social más favorable”[17] y reconoce su esfuerzo y entrega “Unos muchachos van a la escuela de pago; otros, a la escuela de balde. El prestigio personal de algunos maestros y maestras hace que tal separación no sea rigurosamente absoluta”.[18]

En Jerez se encuentra con lo que podría ser un antecedente del profesor itinerante, el profesor de campo que es la persona que recorría las distintas parcelas y viñas para ir impartiendo las clases a los niños. Por lo general no eran profesores sino campesinos que solían cobrar una perrilla a cada chico por su enseñanza y de ahí toman el nombre de “perrilleros”. Luis Bello propone que sean maestros y no campesinos porque a ellos les corresponde la función de instruir y así convertirlo en “una institución pedagógica, técnica y oficial”.[19]

Por último vemos la gran diferencia entre las distintas regiones de España, lo que denomina las distintas Españas.

En general ve “más entusiasmo en los pueblos que en la capital”[20]. En Castilla y León la situación que dibuja es más positiva como vemos en Zamora “una de las pocas provincias españolas en que los alumnos asisten los cinco años de la edad escolar y aún más allá de los cinco años, en las clases de adultos”[21]. Pero también en otras zonas de lo que ahora es Comunidad Autónoma como vemos en Sosas de Laciana donde “todos los chicos saben leer y escribir.(…) Pero no sólo el valle de Laciana, sino toda la provincia de León, tiene primacía sobre el resto de España”.[22]

En cambio describe zonas de Andalucía como “gran cordillera de ignorancia” o zonas como Málaga donde cuenta con “la proporción de 73 por 100 de analfabetos”.[23]

Por último citar las distintas formas de financiación y apoyo a las escuelas según las regiones. En Asturias destaca la labor de los Indianos (emigrantes de esta región a América) o de las Cajas en Castilla y León.

[1] GONZÁLEZ SORIANO, M.A. (2016)  Luis Bello: vida y época. Su producción periodística y literaria, Madrid: Universidad Complutense de Madrid, p. 18

 [2] GONZÁLEZ SORIANO, M.A. (2016)  Luis Bello: vida y época. … op. cit., p. 502
[3] ORTEGA Y GASSSET, J. (1914) “Prospecto de la Liga de Educación Política Española”, en https://es.wikisource.org/wiki/Prospecto_de_la_Liga_de_Educaci%C3%B3n_Pol%C3%ADtica_Espa%C3%B1ola [consultado el 31/03/2017]
[4] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España III. Extremadura. Madrid: Espasa Calpe S.A., p. 131
[5] DEL POZO ANDRÉS, Mª M. “Los Institucionalistas y la política Educativa Española (1898-1936):Proyectos y realidades”, en        Moreno Luzón, J. y Martínez López F. (ed.) La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: Nuevas perspectivas, Madrid, Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución Libre de Enseñanza) y Acción Cultural Española, 2012, p. 263
[6] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I, Madrid: Magisterio Español, p. 299
[7] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I,… op. cit.,p. 301
 
[8] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I,… op. cit.,  p. 301
 
[9] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España III,… op. cit., p. 137
 
[10] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España III…. op. cit., p. 52
[11] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I…   op. cit., p. 11
[12] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I,… op. cit., p. 12
[13] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I,… op. cit., p. 56
[14] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España II. Andalucía, Madrid: Magisterio Español, p. 18
[15] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España II… op. cit., p. 40
[16] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I…, op. cit., p. 27
[17] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I,… op. cit., p. 13
[18] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España III… op. cit., p. 142
[19]BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España II... op. cit., p. 36
[20] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España II… op. cit., p. 136
[21] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I… op. cit., p. 195
[22] BELLO TROMPETA, L. (1926) Viaje por las escuelas de España I… op. cit., p. 206
[23] BELLO TROMPETA, L. (1927) Viaje por las escuelas de España II… op. cit., p 114
 

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